jueves, 8 de julio de 2021

 

Europa no es nuestra NÉMESIS

 

Ni un castigo. Ni una venganza. Entrar en Europa fue algo que se venía fraguando desde 1977, consensuado por el entonces presidente Adolfo Suárez.

Némesis, según la Real Academia Española, tiene el significado formal de castigo o venganza. Y, la verdad, tiene su punto casi humorístico este pequeño enlace de Wikipedia ante lo que denomina sus señas de identidad:

Se refiere a que en el Olimpo, Némesis era considerada una deidad primordial, por lo que no estaba sometida a los dictámenes de los dioses olímpicos. Iba por libre, se supone. Su trabajo era castigar, sobre todo la desmesura. Sus sanciones intentaban dejar claro a los mortales que, debido a su condición humana, no podían ser excesivamente afortunados ni debían trastocar con sus actos, ya fueran buenos o malos, el equilibrio universal.

También se la consideraba la diosa griega que medía la felicidad y la desdicha de los mortales, a quienes solía ocasionar crueles pérdidas cuando habían sido favorecidos en demasía por la fortuna (primera distorsión o error). Por lo leído, así la presentaban los primeros escritores griegos; más tarde fue considerada como las Furias, es decir, como una diosa que castigaba los crímenes (segunda distorsión o error). El supuesto poder irresistible de Némesis, según las anteriores distorsiones y errores, desaparece. Fijémonos en que la consideraban un instrumento de la cólera divina...

Si volvemos a los tiempos actuales, nos topamos con que La némesis es normalmente comprendida como aquello que se opone directamente a uno mismo. Así, la némesis de una persona puede ser descrita como su enemigo más importante e íntimo, aquél que te conoce y sabe cuáles son tus (nuestras, en realidad) debilidades y miserias. Porque saber de las personas europeas que, como tú yo, hemos decidido compartir un presente y un futuro, no sólo no es malo sino que es recomendable. Cada país, o Estado o nación, llámense a sí mismas como mejor les parezca, debería abrirse de verdad a que las instituciones comunes que nos hemos otorgado sean capaces de hacer un Análisis DAFO de hasta dónde podríamos llegar desde donde estamos. DAFO= debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.

A algo así se llega mediante la Transparencia, porque ni todos los participantes tienen la misma fuerza económica ni disponen de bienes o servicios de la calidad que haga realmente competitiva a la Unión Europea dentro de la selva salvaje y agreste en que se ha convertido el mercado internacional.

Por ejemplo, y sin pretender ser como dicen fue Francisco de Asís, transmutar la indecencia en decencia, es aislacionismo en solidaridad y las buenas prácticas comerciales en el modus operandi europeo sin caer en buenismos ni hacer el primo puede ser un método. Conociéndolos todos, eso sí, y sabiendo contrarrestarlos.

Europa es, ahora mismo y no sólo para el estado español, no su Némesis sino el lugar al que hemos entregado buena parte de nuestra soberanía. Y ahora es trabajo nuestro, común, sacar provecho de lo ya hecho.

Carlos Urrestarazu

 

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